Educación afectivo-sexual. Bases
25,00 €
El primer paso que debe dar quien quiera dedicarse a la educación afectivo-sexual es aprender a mirar y enseñar a mirar.
Antes de introducirnos en educación afectivo-sexual, conviene que dominemos una herramienta básica: la mirada, un elemento fundamental si lo que queremos es llegar a ser capaces de amarnos bien y amar bien a los demás.
Nuestra mirada condiciona la manera en que nos relacionamos con nosotros mismos, con los demás y con la realidad; porque no olvidemos que es a través de los sentidos (y en especial del de la vista) como captamos lo que nos rodea y, luego, eso nos afecta y alcanza nuestros corazones.
Podríamos convenir entonces que los primeros pasos que debe dar quien quiera dedicarse a la educación afectivo-sexual son aprender a mirar y enseñar a mirar.
Por eso, este curso ofrece contenidos sobre antropología de la sexualidad personalista y herramientas (actividades de reflexión, dinámicas o piezas audiovisuales) perfectamente aplicables en aula y sirve como fundamento y punto de partida para quienes deseen seguir profundizando en estas cuestiones.
En primer lugar, descubrirás que la sociedad actual presenta una mirada hipersexualizada, en la que progresivamente se han ido separando el sexo, del afecto y el amor. Además, descubrirás que existen distintos tipos de educación afectivo-sexual (represiva, utilitarista y personalista) y la mirada asociada a cada uno de ellos.
Para ello, comenzaremos analizando qué miramos y cómo lo miramos para, más tarde, comprender cómo podemos educar la mirada para lograr que sea profunda y que mire siempre a la persona.
Veremos también cómo ha de ser la mirada que afirme al otro, mostrándole y revelándole su dignidad y valor. Y, en este contexto, analizaremos cómo es la mirada de Dios y cómo debería ser la mirada de un acompañante cristiano.
A continuación, ahondaremos en el tipo de mirada que está presente en la pornografía y analizaremos sus efectos.
Y, para finalizar mostraremos cuáles son las claves para enseñar a mirar bien, entendiendo que mirar es una forma de amar.
- Estudiar las bases para una adecuada formación afectivo-sexual en clave personalista.
- Aprender a mirar a la persona por su dignidad.
- Entender cómo es la propia mirada.
- Descubrir y ser capaz de identificar las miradas despersonalizadoras, cosificantes y reductivistas.
- Educar en una mirada respetuosa y acorde con la dignidad humana.
Un mes natural (empezando el día 1 y acabando el último del mes).
Mediante test.